Kaliman, el hombre increible
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Radamés
Radamés Cara
Aventura Los Jinetes del Terror
Nombre Real Radamés (apellido desconocido)
Nacionalidad Indio
Primera Aparición MEX 0390, COL 0380
Última Aparición MEX 0416, COL 0406

Radamés es el amante de Zulma, la jefa de los Jinetes del Terror, un hombre violento y ambicioso pero de carácter débil muy interesado en hacerse con los tesoros de la diosa Kali que se guardan en el templo del monte Karfum. Sabemos bastante poco acerca de su pasado, pero es posible deducir algunas cosas basados en su modo de ser y en el de su amante. Al principio de la aventura Radamés es un hombre joven, rico y atractivo acostumbrado a actividades como la cacería de tigres o la seducción de mujeres hermosas que no tiene problema en esclavizar en su harem. No tiene ninguna consideración por otros, sean sirvientes o animales, y no tiene ningún problema en esclavizar seres humanos por capricho. En general Radamés da la impresión de ser el heredero de una familia rica en un poblado pequeño, un hombre que nació acostumbrado a mandar y a que se cumplan todos sus caprichos que sin embargo quiere aumentar su poder para convertirse en un hombre poderoso a una escala mayor, por ejemplo en la ciudad.

Radamés Extra 2

Radamés comparte su palacio con Zulma, la Dama de las Serpientes en Zarebo, India, y aunque esto nunca se menciona explícitamente en la aventura da la impresión de que el palacio le perteneciera originalmente a él, y que Zulma se convirtió en su amante para subir ella de estatus, no lo contrario. Zulma es una mujer muy manipuladora, y exactamente este tipo de comportamiento es el que vemos más tarde en relación con Fako, un hombre al que Zulma engaña y manipula para que haga lo que ella quiere. Inicialmente Zulma y Radamés pueden haberse sentido atraídos el uno por el otro, pero al avanzar la aventura nos damos cuenta que lo que sienten no es amor, simplemente se necesitan mutuamente para obtener las riquezas que ambos desean fervientemente.

Durante una cacería de tigres, Radamés se ensaña con el elefante que lo transporta y el animal termina rebelándose y tirándolo al suelo. Radamés, furioso, ordena que el elefante sea muerto, pero el animal se lanza contra sus atacantes y hace una masacre. Está a punto de aplastar a Radamés mismo entre sus patas cuando Kalimán interviene y lo salva. Radamés, impresionado por la fuerza y habilidad de Kalimán, decide en el acto esclavizarlo, y éste no tiene problema en aparentar dejarse engatusar porque sospecha que Radamés puede tener algo que ver con los Jinetes del Terror a quienes persigue. En la mansión de Radamés Kalimán descubre que Yadira está prisionera en el harem de su anfitrión y decide hablar con ella a cualquier precio. Para eso termina introduciéndose al harem, y aunque logra hablar por unos minutos con la muchacha pronto es capturado. Radamés se muestra furioso al darse cuenta que su huésped invadió su harem y condena a Kalimán a muerte en el acto. Sin embargo Zulma interviene y salva la vida de Kalimán, y muy atraída por él insiste en que se convierta en su guardaespaldas. Radamés no queda muy complacido con esta decisión, pero como siempre termina plegándose a los deseos de Zulma.

Radamés Extra

Cuando Fako descubre las manipulaciones a las que lo ha sometido Zulma monta en cólera y decide matarla. Sin embargo coincidencialmente Radamés está en la habitación de la mujer escondido tras los cortinajes cuando Fako la confronta, y para evitar que asesine a Zulma le lanza un cuchillo a Fako a la espalda, matándolo. Desde una ventana Chiquito, el halcón amaestrado de Fako, presencia la escena y desarrolla un odio intensísimo contra Radamés. Durante los días siguientes en varias ocasiones Chiquito ataca a Radamés ferozmente, llegando al punto de destrozarle completamente la cara y vaciarle un ojo dejándolo tuerto. Con esto Radamés deja de ser atractivo físicamente, y Zulma decide deshacerse de él una vez consigan los tesoros de Kali.

Después de la muerte de Fako, Zulma y Radamés se ven obligados a conseguir ellos mismos la séptima llave del templo de Kali antes de proseguir al templo, y se dirigen hacia el monte Karfum acompañados de una numerosísima comitiva que incluye mujeres del harem. Radamés es quien logra romper las defensas del monasterio de la séptima llave utilizando un tigre, Shimba, que capturara días antes en la selva. Sin embargo una vez dentro del monasterio no consigue encontrar la llave. Zulma consigue obligar a Kalimán a que él lo haga, y una vez la tiene en su poder ordena a sus Jinetes del Terror que asesinen a Kalimán. Cuando ella y Radamés continúan su camino hacia el templo de Kali, lo hacen convencidos de que Kalimán murió asesinado.

Radamés Muerte

Dentro del templo de Kali, Radamés, Zulma y su comitiva tienen que enfrentarse a una serie de peligros que diezman sus hombres; para cuando llegan a la séptima puerta solamente Zulma, Radamés y la cobra Perla permanecen con vida. Varias veces durante los momentos de mayor peligro se evidencia la cobardía y debilidad innata de Radamés y la valentía y arrojo de Zulma, ciertamente la líder de la expedición. Cuando llegan al salón central del templo de Kali Zulma y Radamés encuentran los tesoros que buscaban y se dan a la tarea de robarlos. En su condición de séptimo hombre de la dinastía de Kali, Kalimán da un grito que aparentemente despierta la estatua de Kali en el recinto. Radamés intentaba en ese momento apoderarse de un gigantesco rubí en la frente de la estatua, pero es apresado por sus cuatro brazos que lo aprietan hasta matarlo. El cadáver de Radamés, destrozado, cae a los pies de la estatua de Kali mientras su cómplice, Zulma, es muerta por joyas que se han convertido en serpientes.

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